Carta sobre los Sueños de un Simple mortal, de un cartero...¿Misiva TEORICA o REAL?
Como imaginar que despertarías finalmente a quien escondía tras miedos e incertidumbre.
No podía aceptar que sin siquiera creerlo destruyeras todas y cada una de las armaduras que a sangre y lágrimas me había forjado en el tiempo y destaparas las emociones, las ganas, los sueños y la esperanza que muy en secreto llevé y oculté . Vivir así, protegido, una costumbre, me hacía sentir tranquilo, pero a fin de cuentas, me hacía vivir en la penumbra del ser del hombre que soy.
Hace tanto tiempo que mis sentidos habían olvidado el revolotear de las mariposas, que estar contigo se me hizo una experiencia totalmente nueva, diferente y única.
La verdad se que no tenemos nada, que no somos más que una hermosa idea y que estamos a merced del tiempo, quien finalmente dirá qué y cómo hemos de ser. Baste hoy con decir que has destapado, para bien y espero por siempre, al que siento no ha de desaparecer ya más.
Siento tantas cosas, que había guardado en el baúl de los recuerdos en un ático perdido del corazón, que debo confesarme frente al papel.
Decir las cosas así es tan increíble que quiero explicarte el porqué de estas sensaciones que inundan mi alma y corazón. Me despertaste al que soy. Así, simplemente y lo haz hecho con una fuerza especial. Desamarraste el conjunto de nudos que ligaban a mi corazón con la cabeza. Esos nudos existían para que no olvidara jamás que el dolor, presencia constante en la vida, había forjado penas y derretido sueños que creía inalterables. Descubrir lo febles que eran, fue durísimo, y hoy puedo decir que de no ser por esas corazas de las que me armé, no habría sobrevivido como lo hice. Sobreviví solo, pues así es la vida que me tocó vivir; agradezco cada una de las enseñanzas que ese dolor y sufrimiento me han dado. No cambiaría la vida que hoy tengo por nada y soy, sencillamente, un agradecido. Sobrellevé y trascendí a la muerte, la perdida de mi mejor amiga, mi madre. También sobreviví el término del que ha sido hasta hoy mi amor más grande… y aquí estoy.
Aquí, despojado de pecheras y hierros protectores, casi con el pecho desnudo, tengo que simplemente agradecer el que me hayas hecho redescubrir las sendas de paz en mi vida y que me presente ante todos, libre, sin pesos, liviano, preparado, con ganas de explorar y por sobretodo, con ganas de entregarme, de sucumbir dulcemente ante la posibilidad de explorar en el amor, de creer, de sentir.
Siento, por ejemplo, que no he de nublar tu camino jamás y que he de respetar tus alas, ganas, deseos, anhelos y a la mujer que quieres ser. Lo haré al punto que sería capaz de sacrificar, comprendiendo en ese proceso, la idea del amor por tu bien. He andado algunos caminos en esta vida y si algo aprendí, es el respetar el ritmo de las cosas y , en este caso, tu ritmo, a ti.
Siento que me he puesto ahí en el camino de esperanzas para que el amor sea el que sea y contigo.
No soy menos del que era, pero soy más. Me hiciste ver más allá de la esperanza y tu corazón y alma apasionada, me devuelven la fe.
No espero nada ha cambio pues ya me has dado mucho, demasiado. No espero me digas que te vienes por mi camino o me invites al tuyo a probar. Espero sólo ser consecuente con el que soy y me siento. Quiero únicamente triunfar en la revelación del que soy. Si esto ha de reunirnos, seré bendito de tenerte junto a mí. Solamente en ese momento te haré sentir que te merezco con respeto, amor, pasión, deseo y libertad para que vueles y si lo quieres, vuelvas a mí.
Simple mortal, te dejo libre mientras imagino. Simple mortal, sueño y río. Tan sólo un mortal, confío.
2 Comments:
Hace tiempo que un escrito no me llegaba al alma al punto de derramar algunos goterones. Sin duda tienes magia (F)
Bueno, la magia es inspiración y esa noche, al escribir, fui mago
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